El periodista del futuro

El periodista del futuro será casi un robot. Digo casi porque tendrá aún algunas cosas humanas incapaces de ser suplantadas por la tecnología. El hígado por ejemplo. Se necesita beber y beber y se necesita un hígado capaz de resistir tanto trago bruto. El periodista del futuro además tendrá un teclado en vez de manos y sus dedos serán capaces de imprimir todo lo que a su paso encuentre: Las mujeres serán un triste testamento de plagios y malas nuevas. Sólo la sonrisa blanca de alguna irresistible lesbiana será capaz de poner freno al robotismo del periodista del futuro. Pero ésta muchacha inenarrable( palabras de Mario Santiago) será presa fácil de alguna periodista guapa e inteligente, cultivada en campos de letras fosforescentes e indiepop, una robotita dispuesta a sacarle el ancho a tanta historia machista que rodea la seguridad mundial como un cordón de esos que los obreros colocan antes de sentarse a pensar como parchar esta pista: PELIGRO-HOMBRES TRABAJANDO.

Los periodistas del futuro habrán leído a Bolaño en el baño y sabrán de memoria los versos más complicados de César Gutierrez, tendrán siempre en la cocina un buen cortometraje que sirva de toalla húmeda, comerán una rica Cuarto de Libra con queso y morirán de metáforas mientras los autobots invaden la tierra porque en el fondo eran todos malitos, una nueva guerra se habrá desatado y no habrá payaso que pueda hacer con ella un bonito perro.

Los periodistas del futuro saldrán de las escuelas del pasado para devorar el presente sin embargo habrán leído a Shaeffer y podrán explotar como un lindo ¡plop! Recibirán bonitas distinciones que colgarán en las paredes de sus autos y podrán entrar a los conciertos de Arctic Monkeys o Chapillacs completamente gratis. Tendrán estampitas de Hunter Thopmson pero claro, en las estampitas estará la foto de Jhonny Deep, porque Jhonny Deep es más pintón y su interpretación de Thompson en Miedo y Asco en Las vegas es digamos: muy buena.

Los periodistas del futuro no usarán capa pero si mostrarán los calzoncillos o las calzonetas que se pondrán encima de la licra fosforescente sólo para verse un poquito más superhérores. Los periodistas del futuro la van a cagar bien cagada, pero claro, como Homero Simpson la salvarán porque para eso se les prepara y luego, se irán volando envueltos en nubecitas verdes que se desvanecen como el gas de nuestra querida amazonía.

Los periodistas del futuro nos dijeron hace poco “se los dijimos” pero no les hicimos caso y por eso estamos aquí escribiendo cosas sobre los periodistas del futuro, pero claro, nosotros la salvaremos, para eso nos preparan.

A.C. 2009